lunes, 8 de septiembre de 2008

DE LA L A LA T


Einar Goyo Ponte


Segunda entrega de esta suerte de glosario musical para asistir a los lectores en el intento de descifrar lo más intangible de estas crónicas: el fenómeno sonoro. Saltaremos directamente a la letra L, pues no encontramos vocablos especialmente relevantes en H, I, J y K. Intermezzo, por ejemplo, será trabajado en un espacio particular dedicado a las formas y tiempos musicales, que necesitan un tratamiento más orgánico.


Legato: (en castellano “ligado”) Alude a la manera de ejecutar o cantar las notas de una partitura en forma “ligada”, sin romper la continuidad ni cortarlas para tomar aliento. Da el efecto de estar describiendo el perfecto arco de una melodía, como Luciano Pavarotti cantando los primeros versos del aria “Recóndita armonia”, de la ópera Tosca, de Puccini, en cualquiera de sus versiones a partir de 1990. Aquí podemos oírlo en un concierto en su Módena natal en 1991 interpretándola gracias a You Tube.







Modulación: Es cuando a través de un pasaje musical se opera un cambio de tono. Los más notables son aquellos que pasan de tonos mayores a menores o viceversa. En ello reside el efecto de iluminación o penumbra de una obra musical, como un cambio de humor, repentino o gradual. Con una modulación espectacular de modo menor a mayor, representa Haydn la creación de la luz al inicio de su oratorio La creación.

Opus: Del latín, y significa obra. Es la nomenclatura que se utiliza más frecuentemente para numerar, ordenar y catalogar las obras de los compositores. Del menor al mayor suelen indicar obras más tempranas o tardías de cada autor.

Pizzicato: Es cuando violinistas, violistas, cellistas o contrabajistas pulsan sus cuerdas con los dedos, sin el arco, como pellizcándolas, que es la etimología de la palabra. Johann Strauss hijo tiene toda una Pizzicato polka, para ilustrar el concepto. Escúchenlo aquí en versión del célebre Clemens Krauss, en un concierto de Año Nuevo en Viena.



Rubato: (en italiano, robado) Es cuando un ejecutante al tocar modifica el valor métrico de la notas. O sea, hace que las largas suenen cortas o viceversa. Es lo que caracteriza y da ese efecto tan ensoñante y lánguido en, sobre todo, las mazurcas, nocturnos y preludios de Chopin. Rubinstein, Arrau y nuestra Teresa Carreño eran maestros en la técnica. Escuchen al segundo de ellos en un iluminador ejemplo tocando el Nocturno No. 1. Op. 37


Síncopa: En música, los tiempos, o sea las unidades de medida del ritmo, son los compases, que pueden ser binarios, ternarios o cuaternarios de acuerdo a sus pulsos (2, 3 o 4). Estos a su vez se distinguen en fuertes y débiles por su acentuación. En un vals, por ejemplo hay un tiempo fuerte seguido de 2 débiles (pum-ta-ta). Cuando en ese tiempo fuerte no cae el acento fuerte o se altera un débil por otro fuerte hay síncopa, y es lo que le da la particular cadencia a la música cubana, brasileña o venezolana. Puede sentirla por ejemplo en La comparsa, para piano, de Ernesto Lecuona o el Joropo, de Moisés Moleiro. Les cuelgo aquí la primera, en una ejemplar versión, con Thomas Tirino, en un video de You Tube.





Tesitura: Es la extensión o el rango en que está escrita una partitura. Nota más baja y más alta, así como el rango sobre el que más se desplaza. Se utiliza para definir la dificultad de una obra vocal. Por ejemplo el Don Giovanni, de Mozart, es de baja tesitura para un barítono, por eso le resulta cómodo de cantar; la Turandot, de Puccini, es por el contrario tirante para la soprano pues la hace cantar notas graves importantes y de improviso la eleva a agudos de gran tensión.
Caten ustedes ambos ejemplos. El primero en audio, del Don Giovanni, de Mozart, con el dúo "La ci darem la mano", del Acto I, con Samuel Ramey y Kathleen Battle, y el segundo en un glorioso video desde Macerata en los años 60, con la legendaria Birgit Nilsson y el enorme Franco Corelli, en la escena "In questa reggia", del Acto II, de Turandot.





Pronto una nueva serie de este glosario.

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