lunes, 6 de octubre de 2008

ALDEMARO, ACADEMICO Y POPULAR


Einar Goyo Ponte



Hace ya un año que la presencia física del maestro Aldemaro Romero nos dejó. Pero su recuerdo no ha dejado de permearse por el corazón musical de Venezuela. Los jóvenes hacen versiones de sus canciones, se editan discos con su legado, las orquestas incluyen cada vez menos tímidamente su repertorio, y ahora la recién creada Fundación Aldemaro Romero, produjo un concierto el pasado domingo, en tributo a su memoria, en el Aula Magna de la UCV, con una acertada combinación de su obra académica y popular, con un nutridísimo plantel de artistas en franca evidencia del fervor que suscitó, y aún lo hace, su figura.


Por desgracia los responsables del sonido del espectáculo no lograron a lo largo del mismo solventar las ostensibles fallas: el texto de Graterolacho se perdió entre los ruidos técnicos, la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho nunca adquirió el balance ni la impronta propias de su formación, de hecho, creo que ni ellos mismos podían escucharse con claridad, dada la cantidad de baches de cuadratura percibidos en el concierto.


Por fortuna, la música del Maestro es insumergible, y su calidad se sobrepuso a este y otros altibajos habidos en la velada. Nos resultó, sin embargo, incomprensible por qué, si contando con el pianista Pedrito López, quien además se hallaba en estado de gracia, la ejecución de la Suite Onda Nueva, de la Orquesta, dirigida por el maestro Rodolfo Saglimbeni, no incluyó el excitante pasaje de El negro José. Seguidamente el tecladista italiano invitado Nando de Luca hizo una elaborada versión del “Sueño de una niña grande”, aquella hermosa canción que popularizara María Teresa Chacín, y que Aldemaro compusiera en ocasión de ese entrañable programa de televisión navideño, irrepetido, como tantas cosas, que produjera Renny Ottolina a finales de los sesenta: El angelito más pequeño. A continuación, su compatriota, el director Roberto Salvalaio, tomó la batuta de la OSGMA, para respaldar al exquisito bandoneonista Peter Soave, quien hizo insignes lecturas de Canción para Elizabeth y un fragmento de la suite Piazzollana (1998), y a la soprano Diana Trivellato, en el hermoso pasaje Domine Deus, del Gloria (1998), escrito en una exigente pero brillante tesitura que la cantante dominó con suma destreza. A pesar de las irregularidades del sonido, el director Salvalaio controló la díscola concitación de su orquesta para dar una atractiva prestación de la Danza del payaso, perteneciente a la música de un ballet compuesto en 2002.
El segmento popular fue generoso y variopinto, con sus puntos más débiles en las intervenciones del novato Diego Rojas, el veterano Carlos Moreán, la desajustada versión de “Quién”, de Ofelia del Rosal, y la mitad de la prestación de Sela y 7 palos; acertada en la hermoso lamento amoroso “No tengo a nadie”, extraviada en “Retrato de un hombre solo”, así como sus mejores fortalezas en el estreno de la Canción para Aldemaro, de Graterolacho y Pedro López, cantada con emoción por María Teresa Chacín, en todo el vigor del estilo Onda Nueva; el arranque del Trío jazzístico de López, Jeanton y Brown, con la trompetista Linda Briceño, en “Me queda el consuelo”, la lectura del impagable arreglo del maestro para el vals “Dama antañona”, por la OSGMA y Saglimbeni, proveniente del insuperable disco Dinner in Caracas; la versión del “Tema de amor” de la flauta de Huascar Barradas, la hurgadora lectura de “Poco a poco”, de Luz Marina, una de mis canciones favoritas del maestro; el sabroso “Esta noche me voy a emborrachar con mi mujer”, de Cheo Hurtado, originalísimo bolero sensual; la colorística prestación de Alfredo Naranjo en “Carretera”, y la sugerentísima recreación de “Quinta Anauco”, por el Ensamble Gurrufío.
Más presente que nunca, Aldemaro.
Para los inconformes como yo, aquí les cuelgo mi versión favorita de la Suite Onda Nueva, con la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, dirigida por Rodolfo Saglimbeni, el propio Aldemaro Romero al piano, Michael Berti, en el bajo y Frank "El Pavo" Hernández, en El negro José, en una grabación editada en 1998. Sólo haga click:

07 Suite Onda Nueva.wma - Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho

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