lunes, 5 de noviembre de 2007

SAUDADE A AMBOS LADOS DEL ATLANTICO

Einar Goyo Ponte

En una ocasión excepcional, tuvimos el privilegio de atestiguar la presencia en Caracas, un día tras otro (27 y 28 de octubre de 2007), de las dos más grandes divas actuales de la música portuguesa, hoy por hoy dos de las más grandes artistas vivientes del escenario internacional: Teresa Salgueiro, la voz del extraordinario grupo Madredeus, hoy en sabático, y Dulce Pontes, renovadora del fado portugués. Fue una experiencia singular, que trataremos de relatar a continuación.
Teresa Salgueiro, acompañada del extraordinario Septeto de Joao Cristal, quiso rendir tributo, a través del repertorio de su último disco Voce e eu, lleno de canciones de Tom Jobim, Ary Barroso, Vinicius de Moraes, Chico Buarque, Dorival Caymmi y otros grandes, a la música de Brasil que marcó la segunda mitad del siglo XX. Pero su voz lustrosa, suavísima, sedosa, de escasísimo vibrato, que surte efectos hipnóticos y fascinantes envuelta en la música de Madredeus, suena de inusitada pureza e insólita musicalidad, no podía ser menos, dado su privilegiado instrumento, pero absolutamente extraña a la sensualidad, a la síncopa fluida, a la sinuosidad de esta música, cuyo ritmo es contagioso pero no invasivo, como sí se siente en los marcados acentos de la cantante y en la excesiva presencia de la percusión. Un aire estático, aséptico colma sus versiones de venenosas canciones de amor como “Triste”, “P´ra machucar meu coracao” o “Insensatez”, a las cuales, después de media hora de audición, no llega el hechizo de su voz, dando entrada a un creciente aburrimiento que se amaina un poco en su delicada “Valsinha”, la “Samba do Orfeo”, “Voce e eu” y “A banda”, o sea las selecciones movidas. De las canciones bellas me quedo con su “Risque”, que igual adolece de flexibilidad pero está muy bien expresado. Comparada con intérpretes de este repertorio como Elis Regina, Gal Costa, Joao Gilberto o los mismos Ella Fitzgerald o Sinatra, no es con él precisamente como la Salgueiro alcanzará la inmortalidad.

Otra dimensión fue la ofrecida por Dulce Pontes al día siguiente. Era su primera visita a Venezuela y una gran expectativa se sentía en la sala. La Pontes es una de esas artistas que no pueden ser apreciadas a cabalidad desde el registro de un disco. Su voz es incomparablemente más grande en volumen, gama y matices. De hecho es uno de los instrumentos más increíbles y sorprendentes que haya escuchado nunca en un teatro. Cuando uno cree que ya no hay más allá ella nos asaetea con una nota más aguda aún, más larga, más intensa. Comenzó acompañándose ella misma, sola al piano, haciéndolo además de una manera espectacular, y ya en la tercera de sus canciones, la versión de “La llorona” mexicana de Chavela Vargas, más desgarrada y lacerante que nunca, se había apoderado completamente del publico. Enseguida cedió a su repertorio más popular, aquel donde ella ha logrado repotenciar el hermoso, quejoso y profundo fado portugués con otras manifestaciones europeas hermanas de él, como las cantigas gallegas medievales, las soleás del cante jondo, cuyos quiebres y vocalizaciones extremas la Pontes intercala constantemente y la música celta, con cuya representante más exquisita, Loreena Mc Kennitt, en espectáculo, arreglos, concepto e intensidad, tiene la Pontes muchísimo en común. Es un viaje incesante a través del tiempo, siempre a ras del cante popular, en los bordes de lo folklórico y lo culto, como una juglar moderna, dueña de todos los recursos (baile, canto, poesía) para embrujar a su público, quien llegado el momento de sus esperados momentos antológicos (“Os indios do meia praia”, “Cancao del mar”, “Lágrimas” y “Ondeia”) prácticamente deliraba bailando, coreando, cantando sus melodías.
Enormes formas de la saudade y de la poesía profunda del pueblo portugués.
Escucha a Teresa Salguiero cantando su versión de "Insensatez" de Tom Jobim y asiente o disiente conmigo sobre su interpretación, y luego recuerda ese momento cumbre del concierto en el Aula Magna cuando Dulce Pontes nos regaló su "Cancao do mar", haciendo click en los posts siguientes



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